Tan sólo con cuerdas eslinga y pilares que las sostienen, Nicolás Spencer logró instalar cuatro obras en la región: Cabo de Hornos, Caleta Róbalo en Puerto Williams, Cerro Sombrero en Tierra del Fuego y la Costanera del Estrecho en Punta Arenas. Además fue partícipe de Lumen, el Sexto Encuentro de Arte Contemporáneo y Nuevos Medios de la Patagonia con un concierto de inauguración en Puerto Natales.
“La idea nace desde la inquietud que me surgió al enterarme de la energía del viento que corre en esta zona, no sabía cómo sería estar aquí y pensé: tengo que ir. Creo que para ustedes es normal y para los ancestros que habitaron las zonas más al sur, pero para un humano como yo que llega de otra zona es demente, no puede ser pensaba”, comenta Nicolás Spencer, artista, investigador e ingeniero forestal, nacido en Valdivia y actualmente residiendo en Europa mientras realiza proyectos que lo mueven por tierras chilenas.
“Llevo más de 20 años experimentando en la música en lo que se considera ‘ruidismo’, y en base a eso pensé que instalar estas cuerdas podrían ser un buen canal para el viento y así poder generar frecuencias bajísimas, y así fue. Las cuerdas las dejamos con altísima tensión de tal manera que con las corrientes de viento pudiesen entonarse estas frecuencias que, pudimos constatar, son casi imperceptibles al oído, más bien se sienten en el pecho como una vibración debido a que tienen una frecuencia de aproximadamente 100 hertz”, cuenta Spencer respecto a cómo nace “Osciladores de Audio”.
Nicolás junto a otros artistas con quienes tuvo la oportunidad de trabajar, construyeron la estructura de metal para sostener la cuerda y así poder montar todo la ‘escultura’ en Bahía Róbalo, Puerto Williams.“No sabíamos si iba a funcionar pero lo hicimos de todas maneras. Tuvimos el apoyo de la Armada de Chile en este despliegue de logística lo cual sin dudas fue fundamental. Logramos un sonido brutal, con un alcance de sonido de unos 5 kilómetros. Luego en el Cabo de Hornos fue lo mismo, e incluso vivimos una situación muy especial ya que íbamos por 4 días pero finalmente nos quedamos 12 porque nos pilló una tremenda tormenta”, cuenta el artista.
Gracias al financiamiento de distintas entidades como son el Consejo de las Culturas y las Artes y el Patrimonio, la Armada de Chile, la Embajada de Austria en Chile, la Cancillería Federal de Austria y también de recursos propios, Nicolás puede llevar a cabo sueños como los que actualmente se encuentra realizando como también otros que tiene planeados para el futuro. “Mi ideal para realizar este tipo de proyectos es que sea algo coherente con la zona, y en estos 4 años que llevo trabajando en Osciladores de Audio me ha costado que la gente le dé un sentido a lo que hago, a algo tan abstracto como es una cuerda que vibra con el viento. Lo que más me llama la atención es la toma de conciencia de cosas que no puedes ver, entonces estar en estos lugares me lleva a poder sentir lo que pudieron sentir otras personas en ese mismo lugar pero en épocas distintas”,concluye Spencer.