Naturaleza Desviada es un proceso de creación que toma el Desvío como eje metodológico no solo para la construcción de un objeto cerámico, sino también como experiencia de vida.

A través de diferentes ejercicios para entrenar la desviación, reflexionamos y cuestionamos la supuesta naturaleza de las cosas. La naturaleza es fluida, diversa y se transforma en múltiples direcciones. No tiene solo un origen y tampoco es lineal. Tampoco se limita a lo vivo y corpóreo.

Les invitamos hoy a esta apertura de proceso donde revisaremos el material producido en esta residencia de creación que contó con la participación de diferentes personas de la comunidad de Punta Arenas, a quienes agradezco profundamente su disposición a este desvío.

 

Naturalezas Desviadas es el nombre que Joan (@serdeotrolugar) ha dado a una serie de encuentros, charlas y talleres realizados en Punta Arenas en el marco del Encuentro Arte y Naturaleza, cuyo proceso de investigación y creación, se abrirá al público mañana miércoles 29 de mayo, a las 19.00 horas en Sala Cladonia de Casa Liquen (Jorge Montt 781).

 

”La naturaleza es diversa, multidireccional no es rectilínea. Desde ese lugar, reflexionamos en torno al concepto de desviación, que se ha utilizado como insulto para las personas que escapamos de la norma heteropatriarcal, establecida sobre sexo y género. Así se nos ha llamado a las otredades”, dice el artista y arquitecto, agregando que desde la perspectiva de su profesión: “lo desviado es algo que se escapa de un camino impuesto o de una dirección recta, que intenta ser lo más pura o limpia posible, entonces lo desviado es un ruido en este camino rectilíneo”.

Desde esa mirada, Joan trabajó con grupos de mujeres de diversas edades en un taller abierto en Liquenlab, también con las alfareras y tejedoras del Comité de Cultura de Río Seco y paralelamente, con infancias entre 8 y 10 años, en Aula Liquen, con el fin de aproximarse al concepto de desviación, a partir de la creación de un objeto cerámico. En este caso, una taza.

”Para desviarnos necesitamos tener una dirección, y para eso, propuse hacer una taza cerámica. Cuestionar su uso, su por qué y con eso preguntarnos para qué desviarla. Entonces, creamos una taza desviada. Un objeto que sale de la norma”, explica.
De este modo, la metodología de trabajo se convierte en un entrenamiento corporal, mental y emocional para las participantes. “Esto aplica también para la vida. Da posibilidades y entrena a la gente en la capacidad de desviarse de las cosas. La disposición para entregarse a estos otros caminos es algo muy potente para la vivir”, dice el artista.